a ella...
En el invierno viajaremos en un vagón de tren
con asientos azules.
Seremos felices.
Habrá un nido de besos
oculto en los rincones.
Cerrarán sus ojos para no ver los gestos
en las últimas sombras,
esos monstruos huidizos,
multitudes oscuras
de demonios y lobos.
Y luego en tu mejilla sentirás un rasguño...
un beso muy pequeño como una araña suave
correrá por tu cuello...
Y me dirás: «¡búscala!», reclinando tu cara-
y tardaremos mucho en hallar esa araña,
por demás indiscreta.
3 comentarios:
Ya lo sabes, ¡te odio!
Un abrazo.
PD.: No soy capaz de decir nada más.
me ha gustado lo de la araña, yo quiero buscarala!!!!!, que lindo escrito, es algo efimero, raro, efusivo....
besos corazon
Lo recordaba con un final distinto.
Pero, por lo demás, sigue siendo Rimbaud. Ya lo hemos hablado, así que no tiene sentido que me explaye.
Una vez más, como tantas otras, excelente extracto.
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