17 ene 2008

IKIGAMI



Ikigami, es una obra de género seinen cuyo autor es Mase Motoro, lleva recopilados en la actualidad tan sólo cuatro tomos, y goza de un gran éxito en Japón.


¿Qué harías si supieses que vas a morir en 24 horas?


El gobierno distribuye los llamados ikigami (algo así como "papeles de la muerte") que es un juego de palabras con akagami (que significa "papeles rojos", unos documentos que el gobierno imperialista mandaba a los reclutados durante la Segunda Guerra Mundial).


Estos ikigami notifican a la persona que los recibe que su muerte es inminente y ocurrirá en las próximas 24 horas. Lo que causa mayor desasosiego, es que esta práctica es una ley, diseñada para recordar constantemente a los ciudadanos la importancia de la vida.


El gobierno organiza la muerte, puesto que según la Ley de Mantenimiento de la Prosperidad, todos los habitantes de Japón deben recibir una vacuna en cuanto cumplen los 6 años de edad. Pero no se trata de simple prevención de enfermedades, pues una persona de cada mil morirá: una de las vacunas va acompañada de una cápsula con una fecha y hora de muerte predeterminada, normalmente entre los 18 y 24 años de edad.


Solo el gobierno sabe quién ha sido el "vacunado", controlando así a la población. El protagonista es un empleado del servicio civil, cuyo trabajo consiste en entregar estos ikigami.



Un primer problema se plantea tras la entrega de uno de estos ikigami a un muchacho maltratado en su adolescencia, que decide entonces vengarse, ya que sólo vivirá 23 horas más.

16 ene 2008

EVOLUCIÓN DEL CASTELLANO

En vista de la evolución del lenguaje castellano en los últimos años, debido especialmente a las aportaciones realizadas por los jóvenes y sus mensajes por teléfonos móviles, la Real Academia de la Lengua dará a conocer, próximamente, la reforma modelo 2006 de la ortografía española, que tiene como objetivo unificar el español como lengua universal de los hispanohablantes.

Me han mandado, con carácter exclusivo, un documento reservado que revela cómo se llevará a cabo dicha reforma. Será, pues, una enmienda paulatina, que entrará en vigor poco a poco, para evitar confusiones.

La reforma hará mucho más simple el castellano de todos los días, pondrá fin a los problemas de otros países, especialmente los iberoamericanos, y hará que nos entendamos de manera universal quienes hablamos esta noble lengua.

De acuerdo con el expediente secreto, la reforma se introducirá en las siguientes etapas anuales:

- Supresión de las diferencias entre c, q y k. Komo despegue del plan, todo sonido parecido al de la k (este fonema tiene su definición téknika lingüístika, pero konfundiría mucho si la mencionamos akí) será asumido por esta letra. En adelante, pues, se eskribirá kasa, keso, Kijote…

- También se simplifikará el sonido de la c y la z para igualarnos a nuestros hermanos hispanoamericanos ke convierten todas estas letras en un úniko fonema s, kon lo kual sobrarán la c y la z: "El sapato de Sesilia es asul".

- Por otro lado, desapareserá la doble c y será reemplasada por x: "Tuve un axidente en la Avenida Oxidental". Grasias a esta modifikasión, los españoles no tendrán desventajas ortográfikas frente a otros pueblos hispanoparlantes por su estraña pronunsiasión de siertas letras.

- Asimismo, se funden la b kon la v; ya ke no esiste en español diferensia alguna entre el sonido de la b larga y la v chikita. Por lo kual, a partir del segundo año, desapareserá la v y beremos kómo bastará kon la b para ke bibamos felises y kontentos.

- Pasa lo mismo kon la elle y la y. Todo se eskribirá kon y: "Yébeme de paseo a Sebiya, señor Biyar". Esta integrasión probokará agradesimiento general de kienes hablan kasteyano, desde Balensia hasta Bolibia. Toda b será de baka, toda b será de burro.

- La hache, kuya presensia es fantasma en nuestra lengua, kedará suprimida por kompleto: así, ablaremos de abichuelas o alkool. No tendremos ke pensar kómo se eskribe sanaoria y se akabarán esas komplikadas y umiyantes distinsiones entre "echo" y "hecho". Ya no abrá ke desperdisiar más oras de estudio en semejante kuestión ke nos tenía artos.

- A partir del terser año de esta implantasión, y para mayor konsistensia, todo sonido de erre se eskribirá kon doble r: "Rroberto me rregaló una rradio".

- Para ebitar otros problemas ortográfikos, se fusionan la g y la j, para ke así, jitano se eskriba komo jirafa y jeranio komo jefe. Aora todo ba kon jota: "El general jestionó la jerensia". No ay duda de ke esta sensiya modifikasión ará ke ablemos y eskribamos todos kon más rregularidad y más rrápido rritmo.

- Orrible kalamidad del kastellano, en jeneral, son las tildes o asentos. Esta sankadiya kotidiana jenerará una axión desisiba en la rreforma; aremos komo el inglés, ke a triunfado universalmente sin tildes. Kedaran ellas kanseladas desde el kuarto año, y abran de ser el sentido komun y la intelijensia kayejera los ke digan a ke se rrefiere kada bokablo. Berbigrasia: "Komo komo komo komo!"

- Las konsonantes st, ps o pt juntas kedaran komo simples t o s, kon el fin de aprosimarnos lo masimo posible a la pronunsiasion iberoamerikana. Kon el kambio anterior diremos ke etas propuetas okasionales etan detinadas a mejorar ete etado konfuso de la lengua.

- Tambien seran proibidas siertas konsonantes finales ke inkomodan y poko ayudan al siudadano. Asi, se dira: "¿ke ora es en tu relo?", "As un ueko en la pare" y "La mita de los aorros son de agusti". Entre eyas, se suprimiran las eses de los plurales, de manera ke diremos "la mujere" o "lo ombre".

-Despues yegara la eliminasion de la d del partisipio pasao y kanselasion de lo artikulo. El uso a impueto ke no se diga ya "bailado" sino "bailao", no "erbido" sino "erbio" y no "benido" sino "benio".

Kabisbajos asetaremos eta kotumbre bulgar, ya ke el pueblo yano manda, al fin y al kabo.

- Dede el kinto año kedaran suprimia esa de interbokalika ke la jente no pronunsia. Adema, y konsiderando ke el latin no tenia artikulo y nosotro no debemo imbentar kosa ke nuetro padre latin rrechasaba, kateyano karesera de artikulo. Sera poko enrredao en prinsipio, y ablaremo komo fubolita yugolabo, pero depue todo etranjero beran ke tarea de aprender nuebo idioma resultan ma fasile.

Profesore terminaran benerando akademiko ke an desidio aser rreforma klabe para ke sere umano ke bibimo en nasione ispanoablante gosemo berdaderamente del idioma de Serbante, Andre Beyo y Kebedo.

Eso si: nunka asetaremo ke potensia etranjera token kabeyo de letra eñe. Eñe rrepresenta balore ma elebado de tradision ispanika y primero kaeremo mueto ante ke asetar bejasione a simbolo ke a sio korason bibifikante de istoria kastisa epañola unibersa

Leon The professional

Película recomendada *****

14 ene 2008

"Los pingüinos"

"Anatole France relata en su parábola La Isla del Pingüino cómo el viejo monje ciego San Mael bautizó inadvertidamente a un grupo de pingüinos, confundiéndolos con seres humanos.

Cuando las noticias llegaron al cielo, no causaron alegría ni pena, sino una tremenda sorpresa.
Resultó embarazoso para el Señor mismo. Celebró una asamblea con clérigos y doctores, y les pidió una opinión sobre la delicada cuestión de si, desde ese momento, se debería dotar de alma a los pájaros ( N. del T: de aquí que me haya venido a la mente éste fragmento al leer tu post).

Era un asunto de importancia más que teórica. "La condición de cristiano" observó San Cornelio, "tiene serios inconvenientes para un pingüino... Las costumbres de los pájaros son, en muchos aspectos, contrarias a los mandamientos de la Iglesia".

Después de una larga discusión, los doctos padres de la Iglesia llegaron a un acuerdo. Los pingüinos bautizados tendrían garantizadas sus almas, pero, por recomendación de Santa Catalina, sus almas deberían ser de pequeño tamaño.

[...] Al tratar la posibilidad de que otros animales sean conscientes, hay que ponerse en guardia ante lo que podríamos llamar "el error de Santa Catalina": suponer que la capacidad de conciencia puede existir en muy diversos tamaños. [...] El hecho es que puede que la conciencia exista en un sólo tamaño: el nuestro"


(de N. HUMPHREY, sea quien sea, en La mirada interior)


Dídac

EL ALMA

A Juan.
Alma I


Es un término vago, indeterminado, que expresa un principió desconocido, pero de efectos conocidos que sentimos en nosotros mismos. La palabra alma corresponde a la frase anima de los latinos, a la palabra que usan todas las naciones para expresar lo que no comprenden más que nosotros. [85]

En el sentido propio y literal del latín y de las lenguas que se derivan de él, significa lo que anima Por eso se dice: El alma de los hombres, de los animales y de las plantas, para significar su principio de vegetación y de vida.

Al pronunciar esta palabra, sólo nos da una idea confusa, como cuando se dice en el Génesis: «Dios sopló en el rostro del hombre un soplo de vida, y se convirtió en alma viviente, el alma de los animales está en la sangre, no matéis, pues, su alma.»

De modo que el alma –en sentido general– se toma por el origen y por la causa de la vida, por la vida misma. Por esto las naciones antiguas creyeron durante muchísimo tiempo que todo moría al morir el cuerpo. Aunque es difícil desentrañar la verdad en el caso de las historias remotas, tiene visos de probabilidad que los egipcios fuesen los primeros que distinguieron la inteligencia y el alma, y los griegos aprendieron de ellos a distinguirla. Los latinos, siguiendo el ejemplo de los griegos, distinguieron animus y anima; y nosotros distinguimos también alma e inteligencia. ¿Pero lo que constituye el principio de nuestra vida, constituye el principio de nuestros pensamientos? ¿Son dos cosas diferentes, o forman un mismo principio? ¿Lo que nos hace digerir, lo que nos produce sensaciones y nos da memoria, se parece a lo que es causa en los animales de la digestión, de las sensaciones y de la memoria?

He aquí el eterno objeto de las disputas de los hombres. Digo eterno objeto, porque careciendo de la noción primitiva que nos guíe en este examen, tendremos que permanecer siempre encerrados en un laberinto de dudas y de conjeturas.

No contamos ni con un solo escalón donde afirmar el pie para llegar al vago conocimiento de lo que nos hace vivir y de lo que nos hace pensar. Para poseerlo sería preciso ver cómo la vida y el pensamiento entran en un cuerpo, ¿Sabe un padre cómo produce a su hijo? ¿Sabe la madre cómo lo concibe? ¿Puede alguien adivinar cómo se agita, cómo se despierta y cómo duerme? ¿Sabe alguno cómo los miembros obedecen a su voluntad? ¿Ha descubierto el medio por el cual las ideas se forman en su cerebro y salen de él cuando lo desea? Débiles autómatas, colocados por la mano invisible que nos gobierna en el escenario del mundo, ¿quién de nosotros ha podido ver el hilo que origina nuestros movimientos?

No nos atrevemos a cuestionar si el alma inteligente es espíritu o materia; si fue creada antes que nosotros, si sale de la nada cuando nacemos; si después de habernos animado durante un día en el mundo, vive, cuando nosotros morimos, en la eternidad. Esas cuestiones que parecen sublimes, sólo son cuestiones de ciegos que preguntan a otros ciegos, ¿qué es la luz? [86]
Cuando tratamos de conocer los elementos que encierra un pedazo de metal, lo sometemos al fuego en un crisol. ¿Poseemos crisol alguno para someter el alma? Unos dicen que es espíritu; pero, ¿qué es espíritu? Nadie lo sabe, es una palabra tan vacía de sentido, que nos vemos obligados a decir que el espíritu no se ve, porque no sabemos decir lo que es. El alma es materia, dicen otros ¿Pero qué es materia? Sólo conocemos algunas de sus apariencias y algunas de sus propiedades; y ninguna de estas propiedades y apariencias parece tener la menor relación con el pensamiento.

Hay también quien opina que el alma está formada de algo distinto de la materia. ¿Pero qué pruebas tenemos de esto? Se funda tal opinión en que la materia es divisible y puede tomar diferentes aspectos, y el pensamiento no lo es. Pero ¿quién os ha dicho que los primeros principios de la materia sean divisibles y figurables? Es muy verosímil que no lo sean; sectas enteras de filósofos sostienen que los elementos de la materia no tienen figura ni extensión. Creéis anonadarnos replicando. –El pensamiento no es madera, ni piedra, ni arena, ni metal, luego el pensamiento no puede ser materia. Pero eso son débiles y atrevidos razonamientos. La gravitación ni es metal, ni arena, ni piedra, ni madera; el movimiento, la vegetación, la vida, no son ninguna de esas cosas; y sin embargo, la vida, la vegetación, el movimiento y la gravitación son cualidades de la materia. Decir que Dios no puede conseguir que la materia piense, es decir el absurdo más insolente que se haya proferido nunca en la escuela de la demencia. No estamos seguros que Dios haya obrado así; pero sí que estamos seguros de que puede obrar de tal modo. ¿Qué importa todo lo que se ha dicho y lo que se dirá sobre el alma? ¿Qué importa que la hayan llamado entelequia, quinta esencia, llama o éter; que la hayan creído universal, increada, transmigrante, &c., &c ? ¿Qué importan en cuestiones inaccesibles a la razón esas novelas creadas por nuestras inciertas imaginaciones? ¿Qué importa que los padres de la Iglesia de los cuatro primeros siglos creyeran que el alma era corporal? ¿Qué importa que Tertuliano, contradiciéndose, decidiese que el alma es corporal, figurada y simple al mismo tiempo? Tenemos mil testimonios de nuestra ignorancia, pero ni uno solo ofrece vislumbre de verosimilitud.

¿Cómo nos atrevemos a afirmar lo que es el alma? Sabemos con certidumbre que existimos, que sentimos y que pensamos. Deseamos ir más allá y caemos en abismo de tinieblas. Sumergidos en ese abismo, todavía se apodera de nosotros la loca temeridad de disputar si el alma, de la que no tenemos la menor idea, se creó antes que nosotros o al mismo tiempo que nosotros, y si es perecedera o inmortal. [87]

El alma y todos los artículos que son metafísicos, deben empezar sometiéndose sinceramente a los dogmas de la Iglesia, por que indudablemente la revelación vale más que toda la filosofía. Los sistemas ejercitan el espíritu, pero la fe le alumbra y le guía.

Con frecuencia pronunciamos palabras de las que tenemos una idea muy confusa, y algunas veces ignoramos el significado. ¿No está en este caso la palabra alma? Cuando la lengüeta o la válvula de un fuelle está descompuesta y el aire que entra en el vientre del fuelle sale por algunas de las aberturas que tiene la válvula, y éste no está comprimido por las dos paletas, y no sale con la violencia, que se necesita para encender el fuego, las criadas dicen: –Está descompuesta el alma del fuelle. No saben más, y esa cuestión no turba su tranquilidad. El jardinero habla del alma de las plantas, y las cultiva bien, sin saber lo que significa esta palabra. En muchas de nuestras manufacturas, los obreros dan la calificación de alma a sus máquinas; y nunca disputan sobre el significado de dicha palabra; no sucede así a los filósofos.

La palabra alma entre nosotros en su significado general, sirve para denotar lo que anima. Nuestros antepasados los celtas, dieron al alma el nombre de seel, del que los ingleses formaron la palabra soul, y los alemanes la palabra seel, y probablemente los antiguos teutones y los antiguos bretones no disputarían sobre esa palabra.

Loa griegos distinguían tres clases de alma: el alma sensitiva o el alma de los sentidos (he aquí por qué el Amor, hijo de Afrodita, sintió tan vehemente pasión por Psyquis, y por qué Psyquis le amó tiernamente): el soplo que da vida y movimiento a toda máquina, y que nosotros traducimos por espíritu; y la tercera clase de alma, que como nosotros, llamaron inteligencia. Poseemos, pues, tres almas, sin tener la más ligera noción de ninguna de ellas. Santo Tomás de Aquino admite estas tres almas, como buen peripatético, y distingue cada una de ellas en tres partes: una está en el pecho, otra en todo el cuerpo y la tercera en la cabeza. En nuestras escuelas no se conoció otra filosofía hasta el siglo XVIII... ¡Y desgraciado el hombre que hubiera tomado una de esas tres almas por la otra!

Hay, sin embargo, motivo para este caos de ideas. Los hombres conocieron que cuando les excitaban las pasiones del amor, de la cólera o del miedo, sentían ciertos movimientos en las entrañas. El hígado y el corazón fueron asignados como asiendo de las pasiones. Cuando se medita profundamente, sentimos cierta opresión en los órganos de la cabeza, luego el alma intelectual está en el cerebro. Sin respirar no es posible la vegetación y la vida; luego el alma vegetativa está en el pecho, que recibe el soplo del aire. [88]

Cuando los hombres vieron en sueños a sus padres o a sus amigos muertos, se dedicaron a estudiar qué es lo que se les había aparecido. No era el cuerpo, porque lo había consumido una hoguera, se lo había tragado el mar y había servido de pasto a los peces. Esto no obstante, sostenía que algo se les había aparecido puesto que lo había visto; el muerto les había hablado, y el que estaba soñando le dirigía preguntas. ¿Con quién habían conversado durmiendo? Se imaginaron que era un fantasma, una figura aérea, una sombra, los manes, una pequeña alma de aire y fuego extremadamente delicada, que vagaba por no sé dónde.

Andando el tiempo, cuando quisieron profundizar este estudio, convinieron en que dicha alma era corporal, y esta fue la idea que de ella tuvo la antigüedad. Llegó después Platón, que sutilizó esa alma de tal manera, que se llegó a sospechar que la separó casi completamente de la materia; pero ese problema no se resolvió hasta que la fe vino a iluminarnos.
En vano los materialistas alegan que algunos padres de la Iglesia no se expresaron con exactitud. San Ireneo dice que e alma es el soplo de la vida, que sólo es incorporal si se compara con el cuerpo de los mortales, pero que conserva la figura de hombre con el objeto de que se la reconozca.

En vano Tertuliano se expresa de este modo: «La corporalidad del alma resalta en el Evangelio; porque si el alma no tuviera cuerpo, la imagen del alma no tendría imagen corpórea». En vano ese mismo filósofo refiere la visión de una mujer santa que vio un alma muy brillante y del color del aire.

En vano alegan que San Hilario dijo en tiempos posteriores: «No hay nada de lo creado que no sea corporal, ni en el cielo ni en la tierra, ni en lo visible ni en lo invisible; todo está formado de elementos, y las almas, ya habiten en un cuerpo, ya salgan de él, tienen siempre una substancia corporal.

En vano San Ambrosio, en el siglo VI, dijo: «No conocemos nada que no sea material, si exceptuamos la venerable Trinidad.»
La Iglesia ha decidido por unanimidad, que el alma es inmaterial. Los indicados santos incurrieron en un error que era entonces universal; eran hombres Pero no se equivocaron respecto a la inmortalidad, porque los Evangelios evidentemente la anuncian.

Necesitamos conformarnos con la decisión de la Iglesia, porque no poseemos la noción suficiente de lo que se llama espíritu puro y de lo que se llama materia. El espíritu puro ea una palabra que no nos trasmite ninguna idea; y sólo conocemos la materia por alguno de sus fenómenos. La conocemos tan poco, que la llamamos substancia, y la palabra substancia quiere decir [89] lo que está debajo; pero este debajo está oculto eternamente para nosotros; es el secreto del Creador en todas partes. No sabemos cómo recibimos la vida, ni cómo la damos, ni cómo crecemos ni cómo digerimos, ni cómo dormimos, ni cómo pensamos, ni cómo sentimos. Es una incomprensible dificultad conocer cómo cualquiera de los seres concibe sus pensamientos.



Voltaire,
Diccionario filosófico [1764]

Sempere, Valencia 1901
tomo 1páginas 84-89