25 ago 2011

Metafísica de la juventud- Walter Benjamin




“¿Cómo hablaban Safo y sus amigas? Está velado el lenguaje, como lo está el pasado, y además es futuro, como lo es el silencio. El hablante hace que el pasado suba hasta el lenguaje; velado como está por el lenguaje, va recibiendo en la conversación lo que en él su sido-femenino. Mas las mujeres callan; cuando escuchan, las palabras quedan sin decir. Aproximan sus cuerpos, se van acariciando mutuamente. Su conversar se ha liberado del objeto, y también del lenguaje. Sin embargo, ha obtenido un territorio. Porque sólo entre ellas y cuando se hallan juntas la conversación como tal ha pasado y descansa. Ahora se ha alcanzado ya por fin a sí misma: llegó a hacerse grandeza bajo sus miradas, al igual que la vida era grandeza antes de lo superfluo de la conversación. Las mujeres que callan se hacen las hablantes de lo hablado. Así salen del círculo, y sólo ellas lo ven completo en su redondez.

 


Cuando están todas juntas no se quejan de nada, sino que miran con admiración. El amor de sus cuerpos nada engendra, pero es bello mirarlo. Se atreven a mirarse unas a otras. La mirada hace que respiren, mientras las palabras se extinguen en mitad del espacio. Y silencio y lujuria, eternamente separados en la conversación, se han convertido en uno. El silencio de la conversación era lujuria futura; mientras que la lujuria era silencio pasado. Pero, entre las mujeres, el contemplar de las conversaciones acaeción desde el límite de la lujuria silente. Ahí surgió, luminosa, la juventud; de las conversaciones más oscuras. Y la esencia, ahí, resplandeció.”
(“Metafísica de la juventud”)