21 jul 2007

El evangelio según San JUDAS

Por: Pablo J. Ginés

El timo del Evangelio de Judas


Ni es un evangelio ni lo escribió Judas, aunque el manuscrito tiene cierto interés para especialistas en gnosis.

Hacia el siglo II después de Cristo, época de paz y prosperidad en el Imperio Romano, el cristianismo se extendía por el Mediterráneo, y con él, enganchado como un parásito, la gnosis. Los gnósticos escribían sus propios textos y tenían sus propias sectas.

Uno de esos grupos gnósticos escribió el (mal llamado) "evangelio de Judas"... que ni es evangelio, ni lo escribió Judas, ni es de la época de Jesús, sino al menos unos 100 años posterior a los textos de San Pablo, por ejemplo. National Geographic acaba de publicar un manuscrito de este texto, hasta ahora perdido, armando cierto revuelo entre quienes -equivocadamente- piensan que tiene algo que ver con el cristianismo, Jesús o el Iscariote.


La gnosis: una "new age" de la vieja época

El gnosticismo o la gnosis es el nombre que se da a un conjunto de sectas y grupos elitistas que ofrecen conocimientos ocultos, que se van enseñando por grados, al contrario que las religiones abiertas a todo el mundo, como la fe cristiana, donde cualquiera puede acceder a sus contenidos leyendo el catecismo, asistiendo a catequesis o usando otra herramienta para formarse, sin secretos. Además, en el cristianismo, lo que importa es lo que se vive (que se viva en santidad, o al menos se desee y se intente), mientras que en la gnosis se valoran sólo los conocimientos (cuanto más ocultos y elitistas mejor) que se han adquirido.
Había gnosis antes del cristianismo, la hubo aprovechándose de él y la hay ahora, por lo general en la sección de libros "nueva era" de los grandes almacenes.

La gnosis puede usar cualquier símbolo, imagen o estilo que tenga éxito. Antes de Cristo había gnosis del judaísmo, de los cultos egipcios, del pitagorismo... y cuando la Iglesia fue extendiendo la buena nueva y Jesús fue siendo conocido y amado por muchos, los gnósticos empezaron a llenar sus propios textos de imágenes exitosas en el mercado "pseudoreligioso": aludir a Jesús, a sus apóstoles, a otras figuras prestigiosas de los cristianos, etc...
Una idea básica de la gnosis es "la gente vulgar sigue a la Iglesia, pero el conocimiento auténtico y secreto lo hemos recibido nosotros de Jesús a través de Judas... o María Magdalena, o Tomás...". Otras ideas gnósticas eran relacionadas con la existencia de muchos niveles de criaturas sobre naturales (eones, arcones, ángeles).

También pensaban los gnósticos -como herencia pitagórica y neoplatónica- que el cuerpo y el sexo eran algo malo y fastidioso, y que el mundo era básicamente una ilusión. Por el contrario, el cristianismo enseña que el cuerpo y el sexo son realidades buenas queridas por Dios y que el mundo es real y un lugar de lucha muy seria y muy concreta entre el bien y el mal.


San Ireneo ya lo conocía

Hacia el año 180 d.C, el obispo de Lyon, san Ireneo -que de niño conoció a San Policarpo, discípulo de San Juan-, hacía en su libro "Contra los herejes" una lista de grupos gnósticos y sectas que difundían doctrinas extrañas, apropiándose de los nombres de Cristo y los apóstoles. Y habla del evangelio de Judas:
Y dicen [los gnósticos de la escuela cainita] que Judas el traidor fue el único que conoció todas estas cosas exactamente, porque sólo él entre todos conoció la verdad para llevar a cabo el misterio de la traición, por la cual quedaron destruidos todos los seres terrenos y celestiales. Para ello muestran un libro de su invención, que llaman el Evangelio de Judas.


Un viejo manuscrito

Este libro, del que no teníamos manuscritos ni copias, es lo que ha aparecido ahora. En concreto, un manuscrito del siglo III ó IV en copto, la lengua semita hablada en Egipto antes de la invasión árabe musulmana. Este manuscrito en copto sería una traducción de la versión griega que circulaba entre las sectas de la época de Ireneo. Probablemente, los gnósticos lo escribieron hacia el año 150 o después, mientras que las cartas de San Pablo son de los años 50 y 60, y los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan van del año 60 al 90 (el de Juan, el más tardío).
El manuscrito es un códice de 66 páginas, que además del Evangelio de Judas, contiene otros textos gnósticos ya conocidos como "el Primer Apocalipsis de Jaime", una "Carta de Pedro a Felipe" y un fragmento de un documento desconocido que por ahora los expertos llaman "El Libro de Allogenes".

Fue hallado en los años 70 en una cueva en la ciudad de Al-Minya, en la ribera del Nilo, una zona rural de las más cristianizadas de Egipto. Pasó de mano en mano en el mundo de los anticuarios, luego 16 años en una caja fuerte en Nueva York, y finalmente una Fundación Suiza lo adquirió, lo tradujo y llegó a un acuerdo con National Geographic para anunciarlo a bombo y platillo sensacionalista, aprovechando el rumor de fondo de la película de El Código da Vinci y la Semana Santa.


El timo del evangelio de Judas

La primera parte del "timo" consiste en llamar la atención de la gente, haciéndole pensar que es un "evangelio" de "Judas", como si Judas, testigo de los hechos de Jesús, contase su versión. Todos los conocedores del mundo gnóstico saben que esta es la forma sensacionalista de llamar la atención de la gente, cuando el verdadero Judas llevaba unos 120 años muerto antes de que unos gnósticos griegos escribieran "El Evangelio de Judas".
La segunda parte del timo consiste en hablar de "diversos tipos de cristianismo", como si las sectas gnósticas fuesen "un tipo de cristianismo". Algunos autores hablan así para dar la sensación de que tanto valen unas sectas con ideas más o menos raras del s.II o III que los cristianos, seguidores de las doctrinas de los apóstoles que trataron y vivieron con Jesús.
Los gnósticos y sus textos no eran cristianos, como no son cristianos los libros de new age que se venden hoy en librerías de esoterismo, por mucho que se titulen "La sabiduría aunténtica de Cristo" o "El Cristo universal que te abre la mente", etc... Siempre que triunfa un producto, salen imitadores de gama baja, y al cristianismo le salieron muchos "piratas".
La tercera parte del timo es hablar de "descubrimiento dramático", de "uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de los últimos años", como insiste Terry Garcia, vicepresidente de National Geographic. La realidad es que el descubrimiento tiene su interés para los historiadores e interesados en las sectas gnósticas, pero poco más. "Tiene un gran valor histórico porque contribuye a nuestro conocimiento del movimiento gnóstico, pero no supone ningún desafío para el cristianismo", explicaba el decano de Teología de la Universidad Regina Apostolorum de Roma, Thomas D. Williams, a la agencia Zenit.


El papel de Judas

Mucha prensa está publicando que Judas no sería el traidor que conocemos por los canónicos, sino que sería un héroe. Efectivamente, para el pensamiento gnóstico, Jesús no es verdadero Dios ni verdadero hombre (la Divinidad gnóstica no se mezclaría con algo tan repugnante como un cuerpo de hombre), y Jesús es una criatura celestial que va "vestida" con un cuerpo. "Tú Judas serás superior a todos; a través de ti sacrificaré al hombre de que me visto", dice el Jesús gnóstico de estos textos.
Luego hace listas de demonios y criaturas angelicales, eones, arcones y demás parafernalias gnósticas. Por ejemplo, habla de cinco ángeles que gobiernan el caos y el inframundo (es decir, demonios), el primero llamado "Seth, también llamado el Cristo", el último "Adonaios" (una corrupción de Adonai, en hebreo "Señor", la palabra común para referirse a Dios entre los judíos). Es la forma gnóstica de decir: "nosotros tenemos conocimientos secretos verdaderos, válidos; los cristianos que hablan de Cristo y los judíos, de Adonai, sirven a criaturas del inframundo; ellos sí están equivocados".

Mientras tanto, para terminar de confundir a los incautos, un "experto" consultado por EL PAÍS hoy 7 de abril dispara una última teoría: Judas y sus 30 monedas de plata son un invento; jamás existió Judas; es un personaje ficticio inventado por los cristianos a partir de Judá y las 20 monedas de oro que cobró al entregar a su hermano José a los comerciantes de esclavos (en el relato del Génesis de José y sus 11 hermanos).

Y es que hoy, como en el siglo II, todo vale para seducir excepto lo que digan los cristianos, aunque estuvieran presentes en los hechos y lleven 2.000 años dando testimonio de ellos.


(Obtenido de: http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=5519)

LORCA

De este modo se justifica al principio de su libro de poemas...



Palabras de justificación.


Ofrezco en este libro, todo ardor juvenil y tortura, y ambición sin medida, la imagen exacta de mis días de adolescencia y juventud, esos días que enlazan el instante de hoy con mi misma infancia reciente.
En estas páginas desordenadas va el reflejo fiel de mi corazón y de mi espíritu, teñido del matiz que le prestara, al poseerlo, la vida palpitante en torno recién nacida para mi mirada.
Se hermana el nacimiento de cada una de estas poesías que tienes en tus manos, lector, al propio nacer de un brote nuevo del árbol músico de mi vida en flor. Ruindad fuera el menospreciar esta obra que tan enlazada está a mi propia vida.
Sobre su incorrección, sobre su limitación segura, tendrá este libro la virtud, entre otras muchas que yo advierto, de recordarme en todo instante mi infancia apasionada correteando desnuda por las praderas de una vega sobre un fondo de serranía.




Un poema, de 1920, titulado DESEO:


Sólo tu corazón caliente, y nada más.


Mi paraíso un campo sin ruiseñor ni liras,

con un río discreto y una fuentecilla.


Sin la espuela del viento sobre la fronda,

ni la estrella que quiere ser hoja.


Una enorme luz que fuera luciérnaga de otra,

en un campo de miradas rotas.


Un reposo claro y allí nuestros besos,

lunares sonoros del eco, se abrirían muy lejos.


Y tu corazón caliente, nada más.
Rodin



20 jul 2007

Elegía



Como un incensario lleno de deseos,
pasas en la tarde luminosa y clara
con la carne oscura de nardo marchito
y el sexo potente sobre tu mirada.

Llevas en la boca tu melancolía
de pureza muerta, y en la dionisíaca
copa de tu vientre la araña que teje
el velo infecundo que cubre la entraña
nunca florecida con las vivas rosas
fruto de los besos.

En tus manos blancas
llevas la madeja de tus ilusiones,
muertas para siempre, y sobre tu alma
la pasión hambrienta de besos de fuego
y tu amor de madre que sueña lejanas
visiones de cunas en ambientes quietos,
hilando en los labios lo azul de la nana.

Como Ceres dieras tus espigas de oro
si el amor dormido tu cuerpo tocara,
y como la virgen María pudieras brotar
de tus senos otra vía láctea.

Te marchitarás como la magnolia.
Nadie besará tus muslos de brasa.
Ni a tu cabellera llegarán los dedos
que la pulsen como
las cuerdas de un arpa.

¡Oh mujer potente de ébano y de nardo!
cuyo aliento tiene blancor de biznagas.
Venus del mantón de Manila que sabe
del vino de Málaga y de la guitarra.

¡Oh cisne moreno! cuyo lago tiene
lotos de saetas, olas de naranjas
y espumas de rojos claveles que aroman
los niños marchitos que hay bajo sus alas.

Nadie te fecunda. Mártir andaluza,
tus besos debieron ser bajo una parra
plenos del silencio que tiene la noche
y del ritmo turbio del agua estancada.

Pero tus ojeras se van agrandando
y tu pelo negro va siendo de plata;
tus senos resbalan escanciando aromas
y empieza a curvarse tu espléndida espalda.

¡Oh mujer esbelta, maternal y ardiente!
Virgen dolorosa que tiene clavadas
todas las estrellas del cielo profundo
en su corazón ya sin esperanza.

Eres el espejo de una Andalucía
que sufre pasiones gigantes y calla,
pasiones mecidas por los abanicos
y por las mantillas sobre las gargantas
que tienen temblores de sangre, de nieve,
y arañazos rojos hechos por miradas.

Te vas por la niebla del otoño, virgen
como Inés, Cecilia, y la dulce Clara,
siendo una bacante que hubiera danzado
de pámpanos verdes y vid coronada.

La tristeza inmensa que flota en tus ojos
nos dice tu vida rota y fracasada,
la monotonía de tu ambiente pobre
viendo pasar gente desde tu ventana,
oyendo la lluvia sobre la amargura
que tiene la vieja calle provinciana,
mientras que a lo lejos suenan los clamores
turbios y confusos de unas campanadas.

Mas en vano escuchaste los acentos del aire.
Nunca llegó a tus oídos la dulce serenata.
Detrás de tus cristales aún miras anhelante.
¡Qué tristeza tan honda tendrás dentro del alma
al sentir en el pecho ya cansado y exhausto
la pasión de una niña recién enamorada!

Tu cuerpo irá a la tumba
intacto de emociones.

Sobre la oscura tierra
brotará una alborada.

De tus ojos saldrán dos claveles sangrientos
y de tus senos, rosas como la nieve blancas.

Pero tu gran tristeza se irá con las estrellas,
como otra estrella digna de herirlas y eclipsarlas.



Federico García Lorca