Góngora
Soneto XIII
A Dafne ya los brazos le crecían
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos qu'el oro escurecían;
de áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros que aun bullendo 'staban;
os blancos pies en tierra se hincaban
y en torcidas raíces se volvían.
Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol, que con lágrimas regaba.
¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba!
Bernini
Comentarios
Por otra parte, Apolo se merece su condena. Es lo que ocurre cuando lloras a una mujer: que ésta se hace más fuerte, y tú más desdichado.
son naturalmente ridículas.
Buena percepción :P
Eso de los sentimientos esdrújulos... ¿No lo comentaste tú misma en este mismo blog, tiempo ha?
De todas formas, el amor es ridículo y egoista, puesto que amar nos hace felices, y por eso amamos.
Y cuando amamos tanto como para sufrir a cambio de la felicidad ajena, para que esa felicidad nos haga felices. Sufrimos en la felicidad. ¿No es la ironía más hermosa del mundo?
Y sobre si es la ironía más hermosa del mundo... LO ES
(segunda parte de Las cenizas de Ángela, precioso libro)