12 may 2008

¿Existe algún límite en el Arte?


Estaba yo leyendo el Jueves en el Vips, cuando hojeando la página de noticias reales, donde se encuentran las mejores sin duda, y ví esto:


Artista causa polémica en museos por querer exponer a un moribundo

Me vino inmediatamente a la memoria el pobre perro que ya se expuso de igual modo. Luego busqué sobre quien hablaba el titular:


"Gregor Schneider, uno de los artistas alemanes más en boga en este momento, causó hoy un revuelo mediático en Alemania al querer exponer en un museo a un moribundo y matar así uno de los últimos tabúes sociales.


"La muerte y el camino hacia la muerte son desgraciadamente hoy en día un sufrimiento", afirmó el artista de 39 años en una entrevista en la edición en línea del diario Die Welt.
Schneider defendió su idea de "exponer a una persona a punto de morir de forma natural o que acabe de fallecer” y explicó que su propósito es "mostrar la belleza de la muerte", idea que busca concretar desde 1996.
El artista dijo que busca a alguien que "dé previamente su acuerdo a todo". "Estará en el centro de todo y todo se desarrollará con el consentimiento de sus allegados", aseguró.

Su intención es exponer al moribundo en el museo Haus Lange de Krefeld (oeste alemán), un edificio construido en la primera mitad del siglo XX según los planos de Ludwig Mies van der Rohe. Pero el proyecto suscitó en seguida la polémica.

“La muerte es, efectivamente, un tabú en nuestra sociedad”, subrayó Hans-Heinrich Grosse-Brockhoff, secretario de Estado de Cultura de la región de Renania del Norte Westfalia, donde se encuentra el museo.

Pero "¿es por este motivo que uno puede exponer la muerte real?", se preguntó. El arte "¿no debe contribuir a erigir nuevos tabúes después de todos los que se han derrumbado?", agregó el secretario de Estado.
Políticos de Los Verdes y del Partido Liberal (FDP) de rango estatal describieron respectivamente el proyecto como "un intento de provocación" y un gesto de "mal gusto".
El artista, por su parte, explicó que si ningún museo acepta la propuesta, podría usar su propia obra-casa de Ménchengladbach para el acto fúnebre, titulado para este caso "Das Tote Haus ur" (algo así como "La ancestral casa muerta"). Schneider viene trabajando en esa casa, que bautizó "Haus ur", desde 1985, e hizo de ella un laberinto de trampas, cuevas y espacios insonorizados. Parte del edificio se expuso hace siete años en la Bienal de Arte de Venecia, lo que le valió al artista el León de Oro.

La muerte y la decadencia son temas habituales para Schneider, que por ahora sólo ha conseguido exponer muertos artificiales.




Tras ganarse la fama de ser "el artista mas lúgubre" en la Bienal de Venecia, donde fue premiado con el León de Oro en 2001, Schneider busca ahora un museo que acepte llevar a la práctica su particular idea artística, algo complicado, dicho por él mismo.

Según declara, "la idea de mostrar la belleza de la muerte" le persigue desde 1996.
"La realidad de la agonía en las clínicas, las salas de cuidados intensivos y los quirófanos alemanes es terrible. Este es el escándalo. La muerte y el camino hacia ella es hoy un sufrimiento. El enfrentamiento con la muerte, como yo lo proyecto, puede quitarnos el miedo a la muerte", afirma el excéntrico artista.

A su juicio, "un artista puede construir lugares humanos para la muerte, donde la gente pueda morir tranquilamente", ya que "el espacio aporta la dignidad y la protección".
Si pudiese elegir el lugar para su propuesta artística, se decidiría por una sala clara del Museum Haus Lange de Krefeld, al oeste de Alemania, espacio que ya ha reproducido en su estudio de Mönchengladbach y que estaría listo para su transposición.


Arte a partir de la agonía de un paciente


El enfermo agonizante será además quien tome las decisiones a la hora de llevar el proyecto a la práctica, en el que será "el centro de atención. Todo se hará de acuerdo con sus familiares. Se trataría de crear una atmósfera privada con un orden de visitas" para los amantes del arte, explica Schneider.

Igualmente, revela que ya tiene localizada a una persona que desea morir en público, un coleccionista de arte, cuyo nombre no facilita pero con el que "me imagino que voy a poder trabajar".

La idea choca, sin embargo, con las autoridades alemanas y con las ONGs que trabajan con enfermos desahuciados y terminales.

Gregor Schneider está considerado como el más provocador de los artistas alemanes contemporáneos, que ya causó revuelo el pasado año en Hamburgo, donde instaló ante el Pabellón de Arte localun cubo que recordaba a la Kaaba, la piedra sagrada negra de la Meca. El cubo negro, de 14 metros de alto y 13 metros de largo y ancho, dio pie a un fuerte debate político, y su instalación había sido rechazada anteriormente por Venecia y Berlín, ciudades que lo consideraban demasiado provocador políticamente. "

Información Agencia EFE.




Todo esto no es nuevo, Carlos Reyero en su libro La belleza imperfecta nos habla de esa faceta humana atraída por lo deforme, lo feo, lo antiestético, lo decadente, putrefacto... Ese no poder evitar mirar, como cuando hay un accidente.

En la Historia del Arte podemos remontarnos a los enanos de Velázquez, si bien su objetivo parece ser más el de dignificar su humanidad y posición. O Rembrandt, con su clase de anatomía... Sin embargo, el aspecto de morbosidad, recreación, está más de la mano de algunos artístas del siglo XIX, como Gericualt, y su serie de locos.

La loca

Géricault realizó entre 1821 y 1824 una serie de pinturas con modelos de locos o maníacos, tomando del natural a una serie de personas que eran tratadas en el asilo del psiquiatra Jean-Étienne Esquirol. A través de esta serie pretendía recabar un repertorio de expresiones de la locura.

El loco asesino

En esa época se dieron también cuadros sobre interiores de manicomios, incluidas las salas de las histéricas, epíteto o enfermedad inventada entonces, sólo atribuíble a las mujeres, etimológicamente: Hyster: útero.


Casa de locos. F. de Goya.

Estas pinturas quizá tan sólo se diferencian de lo que propone Schneider al ser representadas en dos dimesiones, dejando claro lo que es la realidad de la ficción. Ya que, por mucho que se copie de la realidad, en el instante que el artista deja de mirar al modelo para mirar su plasmación en el lienzo ya interviene su subjevidad interpretativa e incluso su mirada contaminada por modelos anteriores.

Pero en lo que propone Schneider no veo ingenio, imaginación, interpretación, creatividad, ilusión, ficción posible. Además de desposeer de toda dignidad los últimos momentos de la vida humana. Con un fin exclusivamente lucrativo, ya sea monetario o por incrementar su popularidad.

9 comentarios:

Sr. Calavera dijo...

Pues por esta vez, sin que sirva de precedente, voy a estar de tu parte. Me parece que a este hombre le falta empatíua y quiere colar sus deseos morbosos como arte...

Y lo del perro, aún peor, el bicho no puede dar su consentimiento siquiera.

Hay cada tipejo por ahi que vaya..

Jesus Pierdalaj dijo...

Es lo que no me gusta del arte, que como nadie se pone de acuerdo para definirlo, para acotarlo y eso sn sí tiene su encanto.. dan lugar a que degenerados nos quieran meter el morbo y sus lienzos en blanco por arte.

Una vez fui a una conferencia en la que justificaban a los videojuegos como una forma de arte y me parece más apropiada que estas metidas..

Damur

Calamidad Ambigua dijo...

No lo he puesto en el post, pero lo necesito: Es un gilipollas.

Jesús, sobre los videojuegos te recomiendo que veas el post del señor bipolar.

Dídac dijo...

"El arte ¿no debe contribuir a erigir nuevos tabúes después de todos los que se han derrumbado?"

Evidentemente, no. Existen cosas que siempre serán tabú, y la muerte, en tanto en cuanto sea una desconocida, es una de ellas. Si quiere exponer a un moribundo, que salte desde un edificio. Tendrá los cinco segundos de fama a los que aspira, antes de que la parada en seco le haga candidato al Premio Darwin.

Yo no le creo gilipollas: le creo con ínfulas de innovador, de "ey, tengo huevos a hacer esto", con ganas de llamar a atención. Como ya no la llama con el arte, opta por la perversión del mismo.

Y ésto también tengo que decirlo: hay cosas que se dicen arte, y no lo son. Véase el famoso vídeo del "Medievo" del señor bipolar, a modo cómico, o cualquiera de mis alegatos contra Málevich, más en serio.

Un cadáver no es arte. Para algunos es trabajo. Y para otros, una desgracia. Y los dos al mismo tiempo.

Calamidad Ambigua dijo...

¿Tus alegatos vs Malevich? jeeje
Podemos ponernos a escribir mil comentarios

Karz dijo...

Yo creo que el tío está flipao. Al principio pensaba que lo que quería era llamar la atención con un tema controvertido, lo cual, aunque esté feo, pues es bastante común y ya tengo asumido que de vez en cuando alguien va a saltar con algo así.

Pero luego he leido que el tío ya ha conseguido premios por su casa-chunga así que lo que parece ser es que se le ha subido a la cabeza y se piensa el encargado de enseñarnos la muerte y tal. Total, un zumbao más pal saco.

Los artistas han desarrollado mil trucos y pillerías para representar la muerte en sus obras sin necesitar un cadaver. Es cierto que cada vez es más difícil sorprender en ese sentido, pero ahí está el mérito de ser artista.

No creo que un tipo moribundo en un museo sea arte, del mismo modo que la frase 'El abuelo ya no está con nosotros' es más cansina que ajún...

Calamidad Ambigua dijo...

Cierto Karzt, de zumbaos está el mundo lleno, y me refiero a nosotros,:P, sino al tío que puso un anuncio en el periódico que se quería comer a uno. Hasta ahí "vale", pero ¿y el que le contestó diciendo que sí?????

Möbius el Crononauta dijo...

En nombre del arte se han cometido casi tantas barbaridades como en nombre de Dios. A estas alturas ya nada me sorprende.
Me habría gustado ver a estos "artistas" en el siglo XVII, a ver qué hacían.

Me quedo con el good ol' Velazquez, la verdad.

Dídac dijo...

Se hacen "en el nombre de", pero nunca "por".

Y yo diría que hacerlo "por" algo es más importante...