26 ene 2008

El argumento de Aquiles

Aquiles pretende alcanzar
a una tortuga que se
arrastra delante de él.


Primero debe llegar al
punto desde el cual
la tortuga ha partido.


Cuando aquiles llega a este punto,
la tortuga ya no está alli,
y siempre camina delante.
Por lo tanto, jamás podrá alcanzarla.


Cuestiones como ésta,
acerca de lo infinitamente lento
o lo infinitamente pequeño, serían
dignas de una elevada discusión...










...acerca de la naturaleza
del sufrimietno
o del remordimiento
saboreado con calma.



De por qué coño no acudí aquel día,
que no dejo de rememorar
con todo detalle...







...una y otra vez,
hasta volverme insensible.



Y aunque poco a poco
a fuerza de repetirla,
nuestra historia va perdiendo
su significado,


no dejo de sentirme
como un Aquiles torpe,
tropezando con sus propios pasos,
mientras intenta darle alcance


a tu recuerdo.



M.A. Berejano

2 comentarios:

interpreta-sones dijo...

aquiles tiene los tendones delicados. por eso no puede llegar muy lejos, a ninguna parte.

Dídac dijo...

Tranquilo, Aquiles.

La tortuga nunca llegará a cruzar la mesa, porque para cruzarla, primero tendrá que llegar a la mitad de la mesa. Para llegar a la mitad, antes tendrá que pasar la mitad de la mitad. Y antes que esa, a la mitad de la mitad de la mitad.

Y así hasta tener que cruzar infinitas mitades, de forma que, con infinitos pasos que dar por delante, el otro extremo de la mesa está fuera del alcance de la tortuga.

Pero, ¡Ay, Aquiles!, para llegar a la tortuga, antes tendrás que llegar a la mitad de la distancia que os separa, y antes que a ella, a la mitad de la mitad...