Magdalena Lasala
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Y esta locura
y el desconsuelo
de la distancia que no es distancia
y por comprenderte
y comprenderme
llamé a puertas
que abrían otras puertas
abrí ventanas
que invitaban al vuelo
recogí la llave del gran secreto
conocí la verdad.
Ahora he de guardar silencio.
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Y esta locura
y el desconsuelo
de la distancia que no es distancia
y por comprenderte
y comprenderme
llamé a puertas
que abrían otras puertas
abrí ventanas
que invitaban al vuelo
recogí la llave del gran secreto
conocí la verdad.
Ahora he de guardar silencio.
Comentarios
Imagen: Frank Frazetta
todavia desde ellos,
alma igual a la cosas,
semejante a ti misma.
Cada vez siempre,cada vez,
quiero yo tu sonrisa intacta.
Cada minuto es tu piel,que vuelve.
Tú, que tocas el romper de las olas,
olvidas una isla, otra.
Trepo por tus bordes adentro,camino
hacia tu miel suficiente.
Existen océanos,minutos,latidos,verdades
que no nos llevan;
Mi corazón se pierde a lamentos sordos
porque mi risa ya no es ella sin la risa tuya.
Y cada instante que no eres tú.
Alguien me dijo una vez que el corazón está unido al alma por una cadena de espinas, y que cuando lo entregas a otra persona, a cada paso que das alejándote de la misma la cadena va desgarrándote poco a poco el pecho, derramando dolor y tristeza en derredor.
Claro que me lo dijo alguien cuyo corazón estaba muy, muy lejos de su pecho, y el dolor podía haberle vuelto loco. Irónicamente, eso le daría la razón...