3 nov 2007

Magdalena Lasala

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Y esta locura



y el desconsuelo



de la distancia que no es distancia



y por comprenderte



y comprenderme



llamé a puertas



que abrían otras puertas



abrí ventanas



que invitaban al vuelo



recogí la llave del gran secreto



conocí la verdad.






Ahora he de guardar silencio.








3 comentarios:

Calamidad Ambigua dijo...

Fragmento del libro : Seré leve y parecerá que no te amo.

Imagen: Frank Frazetta

Anónimo dijo...

Si pudieras verte aún desde mis ojos,
todavia desde ellos,
alma igual a la cosas,
semejante a ti misma.
Cada vez siempre,cada vez,
quiero yo tu sonrisa intacta.
Cada minuto es tu piel,que vuelve.
Tú, que tocas el romper de las olas,
olvidas una isla, otra.
Trepo por tus bordes adentro,camino
hacia tu miel suficiente.
Existen océanos,minutos,latidos,verdades
que no nos llevan;
Mi corazón se pierde a lamentos sordos
porque mi risa ya no es ella sin la risa tuya.
Y cada instante que no eres tú.

Dídac dijo...

¿Seré leve...? ¿Dónde he oído eso antes?

Alguien me dijo una vez que el corazón está unido al alma por una cadena de espinas, y que cuando lo entregas a otra persona, a cada paso que das alejándote de la misma la cadena va desgarrándote poco a poco el pecho, derramando dolor y tristeza en derredor.

Claro que me lo dijo alguien cuyo corazón estaba muy, muy lejos de su pecho, y el dolor podía haberle vuelto loco. Irónicamente, eso le daría la razón...