1 oct 2010

Millones de personas deseosas de inmortalidad no saben qué hacer consigo mismas en una tarde lluviosa de domingo


Susan Ertz

6 comentarios:

Bere dijo...

A lo mejor, si fueran inmortales, no estarían preocupadas por perder musarañeando ese dia lluvioso, ya que dispondrían de infinitos dias soleados. Si fueran esos los que le gustaran y no los lluviosos, claro...

Calamidad Ambigua dijo...

Pero no lo somos...y qué nos puede hacer la lluvia? mojarnos? si fuéramos a morir mañana y hoy lloviera saldríamos igual, y sin paraguas.

Bere dijo...

Lo peor es que perderíamos muchos minutos de esas 24 horas quejándonos de que JUSTO el último dia de nuestra vida, va y llueve. Y yo sería uno de ellos. (Reflexionaré)

Y aún peor sería que saldriamos a la calle, sin paraguas, y nos daríamos cuenta de que nos gusta la sensación de la lluvia mojándonos el rostro cuando miramos hacia arriba, que cuando éramos niños nos gustaba chapotear en los charcos que ella dejaba...en definitiva, sentirnos Naturaleza.

Pero ya sería demasiado tarde.

Calamidad Ambigua dijo...

Empezarías a quejarte, hasta que tuvieras la suerte de que alguien te diera una bofetada y te dijera...eh!!! muchos no han podido despedirse de la vida!!! vete a la montaña y grita! di adiós sintiéndo por última vez la vida! a otros les ha venido de susto y en condiciones menos dignas... Irse con un saludo a la vida que tuviste.

Y digo yo...ahora que no te dan un día, sino que te dan un número en principio ilimitado... qué vas a hacer un domingo si llueve?

Bere dijo...

Pues en principio seguiré la siguiente ecuación de actividad dominguera:

X = E * (-r-f+s)

Donde "E" será el estado físico general, afectado por el efecto multiplicador negativo de "r" (resaca) y de "f" (fútbol televisado donde participe cierto equipo rojiblanco), compensado por "s" (síndrome de abstiencia), que me haga salir de casa en busca de una dosis moderada de botellines.

:D

Calamidad Ambigua dijo...

Vale, te lo has currado, aceptamos "ir al Calderón" al modo de cementerio de elefantes en donde de rodillas y agarrando una bufanda rogarías un destino diferente al de Gil...